Tras la victoria de Boca ante Argentinos, Sebastián Battaglia dejó una frase sumamente polémica para el análisis semanal. En diálogo con TyC Sports el entrenador hizo una afirmación particular: “Bueno, me voy. No vaya a ser cosa que se me metan en el vestuario”. El mensaje del entrenador tiene un claro destinatario: los que criticaron la actitud de Riquelme la semana pasada.
¿Hacia quien fue dirigido el mensaje? Luego de la situación que se vivió con Riquelme en el último partido. Desde ciertos sectores que sólo se dedican a atacar al actual vicepresidente. En algunos medios alguien remarcó que la situación le había quitado autoridad al entrenador. Entonces con esa declaración quiso jugarle una broma a ese sector.
Más allá de esa situación se habló demasiado de una situación absolutamente normal que se dió. De hecho, el mismo Riquelme habló en pocos días de diferencia para aclarar la situación. Aunque muchos quisieron dar a entender que había mucha bronca, la realidad es que es una charla que se da de manera habitual. Pero Riquelme sabe hacia quien va dirigido.
Así como lo conoce el vicepresidente, también Battaglia conoce hacia donde son dirigidos este tipo de mensaje: sin lugar a dudas se habló mucho más de ese gesto del dirigente que del nivel futbolístico del equipo. Pero el tiempo pone las cosas en su lugar: Aunque también hay una realidad de que el conjunto xeneize no ha jugado su mejor partido.
Seguramente mañana habrá respuestas por parte de algunos medios ante esta declaración del entrenador. Sin embargo es una estrategia comunicacional para llevarse todas las miradas. Es un mecanismo de protección hacia sus futbolistas que necesitaban ese tipo de mensaje. Todas las responsabilidades pasan por la cabeza y la voz de Battaglia.