Un día como hoy, domingo 13 de junio, se conmemoran dos efemérides diferentes que quedarán por siempre en la historia de Boca. Ambos con un protagonista en común: Juan Román Riquelme. En 2001, en el estadio Palestra Italia de San Pablo, Román fue figura marcando un gol y dando una asistencia en el 2-2 ante el Palmeiras de Brasil. Por penales, el Xeneize pasaría a la final. En 2007, el “Xeneize” goleó 3-0 a Gremio en la final de ida de la Libertadores con un Riquelme descollante.
La parada en aquel 2001 era bravísima. Palmeiras, buscando revancha de la derrota en la final del año anterior, había sacado el mismo resultado en el primer partido que en el 2000: 2 a 2. La revancha era en también en Brasil, pero en este caso no se iba a jugar en el Morumbí. La cita era en Parque Antártica, un reducto más chico y más difícil. Con los jugadores peleados con los dirigentes por sueldos y premios atrasados, el clima era muy espeso.
Ese Boca de Bianchi tenía un coraje tremendo. Y Juan Román Riquelme, su máximo estandarte de fútbol y personalidad. Antes de los 20 minutos, el “Xeneize” ya ganaba 2 a 0, con dos goles y una asistencia del Diez. Después, pasó de todo: expulsados, un hincha brasileño que entró a la cancha a pegarle al juez de línea, gol en contra de Bermúdez y empate 2-2. Penales. Y allí, apareció otra vez la enorme figura de Óscar Córdoba para ser el héroe. Boca sería campeón de esa Libertadores.
Exactamente seis años después, pero en una Bombonera repleta, el Boca que dirigía Miguel Ángel Russo recibía a Gremio en la final de la Copa Libertadores 2007. Era el partido de ida, y Boca estaba obligado a sacar ventaja para ir tranquilo a Brasil. El resultado superó las expectativas. Rodrigo Palacio abrió la cuenta en el primer tiempo para ponerse arriba en el marcador.
En la segunda mitad, la diferencia se haría irremontable. Un tiro libre memorable de Juan Román Riquelme venció la barrera y la oposición de un contrariado Sebastián Saja para el segundo gol, mientras que sobre el final un jugadón de Román termina con un rebote alto y gol de cabeza de Pablo Ledesma. Goleada por 3 a 0 y a jugar el segundo partido como visitante con media copa en el bolsillo. Esa historia, digna de ser contada, será parte de otra efeméride del día.
