El del miércoles no será un duelo más en el historial entre Boca y Gimnasia y Esgrima La Plata ya que, además de estar en disputa el pasaje a las semifinales de la Copa Argentina y dirimir cuál será el rival de Vélez Sársfield en dicha instancia, también está en juego seguir en carrera para clasificar a la Copa Libertadores del año que viene. Quien palpitó el partido es Pablo De Blasis, jugador del “Lobo” que en diálogo con el diario El Día de La Plata advirtió: “Nos sentimos a la par de ellos y lo que se viene es una final“.
En esa misma línea, también se refirió al planteo que espera de su equipo: “Nuestra manera de jugar no va a especular con las obligaciones de Boca. Vamos a ir para adelante como lo hicimos desde que llegó Marcelo (Méndez) “.
La igual propuesta que intentará pregonar el conjunto platense es idéntica o similar al estilo de juego que “Pintita” procurará impregnar para su club, el cual todavía no está aceitado ya que requiere planificación y elaboración por parte del cuerpo técnico para que asimilen los conceptos los futbolistas.
No obstante, se especula con que será una partida de ajedrez en el que aquel que avance más en el tablero y sepa utilizar mejor a las piezas será el vencedor, pero en el terreno el balón estará en disputa y el que sepa manejarlo sacará una ventaja inconmensurable.
Si bien una derrota nunca es grata y más si es por una abultada diferencia como la que sufrió el “Xeneize” anoche con Tigre en el José Dellagiovanna de Victoria por la fecha 18 de la Liga Profesional, un paso en falso en el match para los dirigidos por Fernando Gago significaría un mazazo futbolístico y deportivo dado que la meta primordial es adquirir el pase al máximo torneo continental, por ende, lograr un triunfo sería reencauzar el rumbo de un plantel que en la Liga se encuentra en la deriva, pero que en el orgullo se siente tocado.