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¿Boca cierra esta semana la incorporación de Franco Di Santo?

Por pedido de Russo, el Consejo de Fútbol acelerará esta semana para incorporar al jugador.

Boca
Fuente: Prensa CASLA.

Franco Di Santo es el nueve del fútbol local que busca Boca. Luego de la incorporación de Nicolás Orsini, la negociación con San Lorenzo de Almagro parecía estancada. Sin embargo, El Consejo de Fútbol, por pedido del técnico Miguel Ángel Russo, pretende cerrar la llegada del delantero durante el transcurso de esta semana. El “Xeneize” subió la oferta inicial y, al menos entre clubes, el pase está encaminado.

Sin embargo, la principal traba de la transferencia tiene que ver con el jugador. El delantero pretende cobrar los sueldos atrasados que tiene el “Ciclón” con él, ya que le deben dinero desde diciembre. Otra traba es lo que pretende ganar en Boca, ya que la dirigencia “Xeneize” considera que actualmente tiene un contrato muy elevado y pretende pagarle menos. Según fuentes periodísticas, el contrato entre el futbolista y San Lorenzo es con el dólar “libre”, sin tope para su aumento. Boca, como es habitual, pretende sí ponerle un límite a ese valor.

Aunque la transferencia tiene esas trabas, el Consejo de Fútbol encabezado por Juan Román Riquelme es optimista y pretende esta semana ajustar los números con San Lorenzo y con el representante del jugador para que pueda finalmente llegar al club como refuerzo y entrenarse a las órdenes de Miguel Ángel Russo.

Los dirigentes del equipo azulgrana le habían puesto cotización: 3 millones de dólares por el 100% del pase. Sin embargo, Boca decidió ofertar 2.5 millones de la moneda estadounidense para adquirir todos los derechos federativos y económicos del futbolista. Finalmente, Boca mejoró la oferta a 2.7 millones y por eso está más cerca de cerrarse, ya que ambos clubes están conformes con ese número.

Franco Di Santo llegó a San Lorenzo en septiembre del 2020 y marcó 7 goles en 18 partidos jugados. El delantero mendocino, de 32 años, jugó en Chelsea, Wigan, Schalke 04 y Audax Italiano, entre otros. Ahora, la pelota la tiene el jugador, que es el que define si seguirá vistiendo la camiseta azulgrana o la cambiará por una toda azul con una franja amarilla en el pecho.