Luis Vázquez goza de un presente soñado para él. De la nada, el jugador vivió muchas emociones intensas en los últimos años. Pasó de ser una joven promesa de Patronato a integrar el plantel de Reserva de Boca, donde se convirtió en el goleador. Y ahora, gracias al respaldo de Sebastián Battaglia, es el nueve titular de la Primera. ¿Qué viene ahora para él? Una fuerte revelación abrió el debate: “Que juegue en la Selección Argentina”.
Rocío Cano, su madre, le concedió una entrevista al Diario Olé y habló del futuro de su hijo en el fútbol argentino. En poco tiempo, Luis le respondió al director técnico con goles y ahora ilusiona a todos. “Como madre, mi deseo es que Luis siga siendo la persona que es porque es muy especial y muy recto; y en lo deportivo, yo como mamá, y como se lo dije a él, sueño con que juegue en la Selección Argentina”, mencionó.
¿Cómo es Luis en la intimidad? ¿Qué cosas le gustan y qué personalidad tiene? “Luis muere por las milanesas con puré, pero también por las tortas fritas… Es más, él se las sabe hacer porque le encantan, yo le enseñé obviamente”, reveló su madre. “Siempre fue así de serio, de correcto. En casa lo extrañamos mucho, sin dudas, porque además él era muy recto con las hermanas, las hacía caminar derecho, je”, aseguró.
Apoyo familiar
Rocío contó también que ella era futbolista y jugaba de nueve, como su hijo. Y lo mismo con su padre, Rubén Cañete. Pero Luis además tiene tres hermanos: Máximo, de dos años; Abigail, de 10; y Keyla, de 18. “Las dos nenas también juegan al fútbol. La más grande, la anterior a Luis, juega de mediocampista en Central Oeste, acá en Recreo, donde vivimos, y la más chica en la escuelita de fútbol Cruz Roja… ¡Y de 9!”, afirmó la madre.
Vázquez cuenta con una ventaja a favor: el apoyo incondicional de su familia. A la espera de poder ir a verlo a La Bombonera, lo siguen por televisión y mantienen un contacto permanente. “En estos últimos partidos, le dije: ‘Mirá, acá te faltó esto, podrías haber hecho lo otro o podías levantarla, gambetear’. Él acepta el mensaje, siempre, pero me dice: ‘Sí, ma, pero no pude o no se puede’”, contó su madre.
