Tras igualar sin goles en los 90 minutos, Boca derrotó por penales 4-2 a Patronato de Paraná y está en semifinales de la Copa Argentina. El xeneize salió a ganar el partido en todo momento, pero falló a la hora de la definición y debió recurrir a una vieja fórmula: los penales. Las grandes ejecuciones de Rojo, Izquierdoz, Molinas y Pavón, sumado a una gran atajada de Rossi, le permitieron clasificar.
El equipo de Sebastián Battaglia salió a la cancha con Rossi, Advíncula, Izquierdoz, Rojo, Fabra; Almendra, Campuzano, Ramírez; Cardona, Orsini y Briasco. Intentó en todo momento ser protagonista, por momentos le costó ante el planteo rival, pero aún así tuvo varias chances para convertir, aunque no estuvo fino. De esta manera, espera por Argentinos o San Telmo en semifinales.
Si bien sufrió alguna contra que propuso Patronato, el xeneize intentó seguir en la línea que propone su técnico: ser protagonista y poder desplegar un volumen de juego que le permita marcar goles. Desde los costados con Fabra y Advíncula intentaron permanentemente abastecer a los delanteros, y la inclusión nuevamente como titular de Cardona ser el nexo conductor de los ataques, aunque no brilló como lo hizo en Tucumán.
Las situaciones más claras las tuvo en el segundo tiempo, con dos centros: uno de la izquierda que realizó Fabra y no pudo conectar Orsini, y el restante tras un desborde de Pavón y que Montes increíblemente desperdicio abajo del arco. Boca fue un justo ganador, porque intentó, hizo un buen partido y mereció ganarlo antes de los penales.
Ahora el equipo de Battaglia esperará por Argentinos Juniors o San Telmo, en búsqueda de clasificar a la final. De a poco, varios jugadores van tomando confianza y se nota la mano del técnico. Propuso, quizás le falte algo más de claridad en los metros finales, pero atrás muestra firmeza, y cuando ajuste lo mencionado, sin dudas que será un rival temible para cualquier equipo.