Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol de Boca tienen varios jugadores apuntados como posibles refuerzos de cara a la próxima temporada y uno de los que más rápido podría resolverse y por el que ya se iniciaron gestiones es ni más ni menos que Ángel Romero, el atacante paraguayo que viene de jugar en San Lorenzo y se encuentra sin club desde su conflictiva salida.
En estas horas, hubo una comunicación directa entre Riquelme y Romero, en la que el futbolista entendió que el deseo de Boca era contar solamente con él y no con su hermano Óscar en combo, como sucedió en San Lorenzo, algo a lo que Ángel está dispuesto a acceder pero le pidió unas horas para analizar bien la situación y su futuro.
Una contra, a la hora de las negociaciones es que entrará en juego la economía argentina y el dólar, la debilidad frente a otras ligas del continente y del mundo. El contrato de Boca va a ser menor que al que le pueden ofrecer otros equipos, pero ningún club del mundo puede igualar la sensación de pisar La Bombonera y ponerse la camiseta azul y oro todos los días.
La prioridad de Ángel, al igual que la de Oscar, es la selección paraguaya, justamente dirigida por entrenadores que conocen el mundo Boca: Guillermo y Gustavo Barros Schelotto. Para poder estar en la próxima convocatoria para la fecha FIFA de fines de enero deben definir cuanto antes, porque el requisito para que sean cedidos es notificar 15 días antes al club.
Desde que se fueron de San Lorenzo y hasta el 15 de noviembre, los mellizos se entrenaron con la selección y también estuvieron acompañados por un preparador físico personal al que incluso trajeron a la Argentina durante su etapa en el Ciclón. En los próximos días se va a saber si Ángel llega al Xeneize o continua su carrera en otro lugar.
