Se lo nota que no está a gusto y en sus zapatos se sentiría cualquiera que no pueda realizar su profesión con normalidad y más si está gozando de un sueldo, pero sin demostrar lo que caracteriza a uno y, en este caso, el de practicar el deporte que uno amo como lo es el fútbol. Sin embargo, el caso de Cristian Medina no es uno más que tienen que soportar Juan Román Riquelme y los miembros del Consejo de Fútbol ya que lo padecen con Nicolás Valentini. El volante no es tenido en cuenta por Fernando Gago en los partidos de Boca por la Liga Profesional y, por eso, tendría un plan para poder marcharse libre a fin de año, tal es su deseo.
El mismo consistiría en abonar la cláusula de rescisión desde su propio bolsillo que es de 15 millones de dólares y no esperar hasta que llegue una oferta concreta que convenza a los responsables que toman decisiones en el club boquense, por lo que si no llegara a las oficinas una propuesta que los seduzca, el jugador, irremediablemente, debería quedarse a cumplir con su contrato que expira en diciembre de 2027.
Caída la negociación con el Fenerbahçe de Turquía, entidad europea que ofreció un plan de pagos de una manera un tanto disparatada según quienes estuvieron entablando la negociación por el futbolista, el volante debería permanecer en el plantel hasta tanto no se resuelva su conflictivo presente.
Como se negó a ser de la partida contra Gimnasia y Esgrima La Plata en el Marcelo Bielsa, el estadio de Newell’s Old Boys, por los cuartos de final de la Copa Argentina, desde ese entonces que se encuentra apartado de toda concentración y de toda lista cada vez que es confeccionada por el Director Técnico.
Se verá entonces qué es lo mejor para el volante que surgió de las divisiones inferiores del “Xeneize” porque continuar colgado como su otro compañero no es una salida agradable para él ni para la institución de la Ribera, pero hasta que no haya un interesado con un ofrecimiento concreto, lo cierto es que el mediocampista deberá seguir sin importar lo que pase en Brandsen 805.
