San Lorenzo está alborotado. Porque ayer inició su camino en la Liga Profesional ante Arsenal pero uno de los jugadores más importantes de su plantel se plantó, no se concentró y no firmó la planilla para jugar el encuentro. Juan Ramírez lo hizo porque tiene una oferta de Boca Juniors y de haber firmado quedaba inmediatamente inhabilitado para vestir otra camiseta.
Ayer Mauro Cetto dejó muy en claro que aceptarán negociar pero las condiciones las pone el Ciclón “ni el jugador ni Boca”. De hecho, una escribana se presentó en Sarandí y constató la ausencia del mediapunta para tener respaldo en cuanto a las medidas que se tomarán. El propio Juan Román Riquelme le había transmitido su deseo de contar con él al jugador y Ramírez claramente quiere jugar en Boca.
Sin embargo, hoy se presentó en el entrenamiento bajo las órdenes del técnico Paolo Montero, quien lo tiene como titular indiscutido aunque aclaró: “Serán los dirigentes los que tomen las medidas. Lo que se vivió ayer (por el sábado) no es normal”. En este sentido, el líder del Consejo de Fútbol de Boca se está comunicando directamente con Matías Lammens, vicepresidente segundo del club de Boedo.
En tanto, según informó el medio San Lorenzo Primero, luego de que el futbolista dijo presente en la práctica la decisión del club fue drástica: lo apartaron del grupo mientras se resuelve su situación. La decisión es que no se entrene con el plantel sino que lo haga en contraturno mientras las partes continúan negociando.
Pero, ¿cómo están las tratativas? La primera oferta que hizo el club de la Ribera de dos millones de dólares por el pase completo fue rechazada. Según el mismo medio, el Cuervo pide cuatro millones por toda la ficha. Mientras Ramírez está apartado, San Lorenzo espera otro llamado de Boca para continuar las negociaciones según sus condiciones.