Era el año 1998, después del Mundial de Francia llegaba al banco de suplentes Carlos Bianchi para ayudar a un Boca que no ganaba el campeonato local y ningún título en general desde hace seis años. Llegaba con todos los pergaminos, ganó todo en Vélez y llegó a un Boca con figuras de talla pero que necesitaban un rumbo, entre ellos Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo.
Era la fecha 15 del Torneo Apertura, caía una lluvia importante en La Bombonera, se presentaban Boca y Talleres de Córdoba, en ese momento del campeonato el equipo de Bianchi era líder sobre Gimnasia y Esgrima La Plata, 34 puntos para Boca y 28 para el Lobo con 15 puntos en juego, era un partido difícil pero estaba Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo en cancha.
Un 15 de noviembre, en La Plata, Gimnasia le ganaba 3-2 a San Lorenzo y en La Boca ya sabían que el Lobo iba ganando y acercándose a tres puntos en el campeonato, habían arrancado una hora y cuarto antes de Boca vs Talleres y a pesar de todo Guillermo no iba a perdonar, al minuto de juego se limpió 4 jugadores y definió cruzado a la salida del arquero cordobés Mario Eduardo Cuenca, así a pesar del triunfo del Tripero en su casa, Boca mantenía la diferencia de seis puntos e iban a quedar doce en juego.
Pero Talleres no iba a hacer las cosas fáciles para Boca, porque en un segundo tiempo durísimo, trabado, peleado con poco juego y más pelea, el gol del empate llegaba de esa forma, a los ponchazos. Minuto 38 del complemento y había corner desde la punta derecha para la T, el encargado era el 10 Diego Héctor Garay, primero rechazaba Palermo, le volvía a quedar a Garay que mandaba otro centro, la peinaba Villarreal en el primer palo y en el punto del penal la empujaba José Alfredo Zelaya y vencía a Óscar Córdoba.
Todo parecía empate y Gimnasia se ponía a cuatro puntos y el Xeneize en la próxima fecha debía viajar a Rosario para jugar con Central y el Lobo frente a Talleres. Era el minuto 44 del segundo tiempo, el equipo cordobés buscaba la victoria agónica e histórica, apareció por el sector derecho por los palcos Adrián “El Cepillo” Guillermo que miró dos veces tiró un centro bajo y apareció el botín zurdo de Martín Palermo para ganar sobre la hora un durísimo partido y así mantener los seis de diferencia frente a Gimnasia y acariciar el campeonato Apertura 98.
Boca iba a encaminar el campeonato de esta forma y lograr el primer título de la mano del Virrey, Carlos Bianchi en el banco de suplentes, de forma holgada sobre el final pero hubo momentos de sufrimiento que curtieron al equipo Xeneize.