Llevó la cinta de capitán y se volvió un estandarte dentro de la estructura futbolística de Carlos Bianchi a fines de los años 90 y principios de los 2000 en la época gloriosa de Boca, con figuras por doquier y que hoy en día sus rostros están estampados en las banderas que suelen verse colgadas en las tribunas de La Bombonera. Como recuerdos inolvidables e imborrables que ganó Diego Cagna en sus etapas en el “Xeneize” están nada más ni nada menos que las Copas Libertadores y la Intercontinental del 2003.
El ex volante levantó nueve títulos y también portó el brazalete. Fue integrante de la Selección Argentina entre 1992 y 1999, disputando la Copa América de 1999. Como jugador del conjunto azul y oro fue convocado al seleccionado y su estreno había sido ante Bolivia el 2 de abril de 1997 y jugó 9 partidos con un gol marcado.
Su formación se produjo en Argentinos Juniors, llegó a Independiente por expreso pedido de Carlos Bilardo, pero le costó afirmarse. Luego, con Héctor Veira empezó siendo suplente hasta que se fue ganando un lugar y la llegada del “Virrey” lo hizo convertirse en el patrón y referente del mediocampo.
Su gran virtud era que recuperaba muchos balones en la zona media, con mucha dinámica y despliegue y con un gran físico, fue el motor del equipo bicampeón 1998-1999.
En diciembre de ese año fue transferido al Villarreal de España y retornaría al club para alzar el trofeo que le faltaba a su vitrina: el máximo título a nivel continental. Y siguió conquistando campeonatos hasta su partida de la institución de la Ribera en 2006. Continuó ligado al fútbol en la Segunda División del país ibérico y se retiró. Su nombre sobrevuela por los pasillos de Brandsen 805 cada vez que suena una alternativa para transformarse en Director Técnico boquense y siempre estará asociado a la rica historia del elenco de uno de los más grandes planteles del mundo.