Con un aforo permitido para 28.000 simpatizantes, Boca volvió a sentir en La Bombonera el apoyo de ese jugador N° 12 que a partir de larga pausa por la pandemia se puede cuantificar. De los 1623 partidos oficiales que disputó con el rugido que baja de las tribunas, alcanzó una efectividad del 61 por ciento. Cuando el cemento quedó vacío, la productividad bajó al 37,9 por ciento. El “Xeneize” no convertía cuatro goles de local desde 2019, cuando regía la “vieja normalidad” y terminó coronando la victoria con un 4-2 a Lanús el 9 de octubre por el torneo de 2021.
El 1-1 se ajustaba más al partido. Por una molestia muscular, Nicolás Orsini le dejó el lugar a Luis Vázquez, con lo cual la formación empezó a girar a ese perfil más juvenil que tan buena impresión causó en fechas anteriores. Sebastián Battaglia ya le había hecho un lugar a Rodrigo Montes entre los titulares, en lugar de Diego González. Los avances del conjunto azul y oro fluían ante un Lanús demasiado timorato, asumiéndose inferior. De esa dinámica positiva se nutrió Agustín Almendra para poner el 2-1 con un remate desde afuera del área.
Lo negativo del local pasó por las lesiones. Después de un buen primer tiempo, Edwin Cardona fue sustituido por Aaron Molinas, otro juvenil. El anfitrión empezó a asegurar el triunfo al comienzo del segundo período. Un defectuoso rechazo de José Sand le dejó la pelota a Luis Vázquez, que tras enganchar ante un defensor definió con un puntazo.
Pese a sus escasos ataques, el “Granate” descontó con un cabezazo de Diego Braghieri tras una segunda jugada a partir de un córner. La incertidumbre que sobrevoló al resultado se disipó en el descuento con un penal sobre Marcelo Weigandt, que se dejó caer ni bien sintió que le pasaban una mano por la cintura.
El árbitro Echavarría aplicó el máximo rigor. El encargado del penal debía ser Carlos Izquierdoz, que se lo cedió a Cristian Pavón para que coronara su muy buen rendimiento con un gol. La noche se cerró a puro festejo en La Bombonera. Los hinchas volvieron para levantar al equipo, que a cambio les regaló una victoria de reencuentro.