En California, Estados Unidos hace 40 años un lunes Boca se enfrentaba por un partido amistoso un 17 de septiembre de 1984 ante Atlas de México. En aquel encuentro al arquero xeneize le preguntaron si se animaba a ir de delantero y el loco fiel a su apodo no lo dudó. El “loco” Hugo Gatti va de 9, han pasado 40 años de aquel histórico momento que vivió el arquero y también el club sumergido en una dura crisis económica e institucional.
Allí, en los Estados Unidos estaba Boca jugando un partido amistoso luego de ser bicampeón de la Copa Libertadores y tras perder en sus filas a Diego Armando Maradona tres años antes. Su rival era Atlas que también atravesaba un duro momento institucional. Al minuto 28 del complemento, José Berta se lesionó y tuvo que ser remplazado. Por aquel tiempo, el entrenador del club de la ribera era Dino Sani quien al observar el banco de sustitutos el único disponible era Hugo Orlando Gatti quien ingresó para ocupar el número 9 y no el buzo del 1 como era habitual.
En ese tiempo, Boca tras la salida de Maradona del club, en Brandsen 805 se atravesaba un duro momento en el club en el cual los jugadores realizaban paros y protestas por falta de pagos. Además, La Bombonera estaba clausurada y el presidente Corigliano de licencia.
Boca en el Metropolitano, le costaba competir y atravesaron un duro momento en el que tuvieron que salir al campo de juego con camisetas blancas y pintado con fibrones los números ante Atlanta. Luego el xeneize tuvo que salir a recorrer el mundo para recaudar fondos en el que disputó alrededor de 30 partidos amistosos.
Entre ellos, el duro compromiso ante Atlas en Estados Unidos en el que los jugadores de Boca descansaron y concentraron en autos sobre la ciudad de Fresno.
Hugo Gatti hizo una de locos
Hace 40 años el arquero Hugo Gatti hacía una de las suyas y jugaba de 9 como un loco. Con la camiseta 14 ingresó al campo de juego y le comunicó a Omar Porté “Omar tírame buenos centros y mira lo que hago, vas a ver como se juega al fútbol”. Además, dicen que agregó “Atención troncos, que entró el maestro” lo recuerdan entre risas.