Un día como hoy pero hace 33 años, debutaba el “Mono” Navarro Montoya en el arco de Boca. Fue nada más ni nada menos que ante el superclásico rival: River Plate. El encuentro se jugó en Nuñez con victoria del xeneize por 2-0 con goles de Walter Perazzo y Alfredo Graciani. El golero llegó proveniente de Vélez Sársfield, y en el xeneize consiguió cinco títulos: Supercopa Sudamericana, Recopa Sudamericana, Copa Máster, Copa de Oro y un Torneo Apertura.
El colombiano nacionalizado argentino hizo sus inferiores en Vélez, pasó por Independiente de Santa Fe de Colombia, regresó al club de Liniers, y luego se puso la camiseta azul y oro, en el año 1988. Su primer partido fue ante River Plate en el monumental y desde allí se convirtió en emblema del club de la ribera. No sólo por su estilo, sino también por la gran personalidad que tenía dentro y fuera de la cancha.
Con el paso de los partidos fue designado capitán del equipo, demostrando así lo mencionado anteriormente. Tiene el récord de valla invicta con 824 minutos, en el Apertura 1992. Además, logró jugar 180 partidos consecutivos con la camiseta de Boca. Rápido de reflejos, daba la sensación de ser invencible.
El arquero tenía el deseo de jugar para la selección argentina, pero como había jugado para la selección colombiana en las eliminatorias del mundial 1986, la FIFA no lo habilitó hasta el año 1998, y lamentablemente su anhelo no se pudo cumplir. Su carrera fue extensa, pero sin dudas que dejó una gran huella en su paso por Boca Juniors.
Su última presentación en el arco xeneize fue en el año 1996. El “Mono” declaró varias veces que atajar en Boca fue algo muy especial, que tenía un calor y un color especial que no encontró en ningún otro club. Además, señaló que la Bombonera es la cancha con mejor acústica del mundo, y que siempre recuerda cada momento vivido allí.
