Aunque siempre en esta sección se recuerdan partidos felices, en este caso volvemos en el tiempo para recordar algo negativo para Boca. El deber de la memoria, además de recordar episodios que llenan de orgullo al hincha azul y oro, sirve para que no se repitan nunca más actos como los que sucedieron un día como hoy, hace 25 años. Se enfrentaban en Liniers por la fecha 13 del Torneo Clausura 1996 el Boca de Diego Armando Maradona, Bilardo y compañía ante el Vélez de un tal Carlos Bianchi.
Si bien luego del partido iban a faltar cinco fechas, ese encuentro iba a marcar un punto de quiebre en el campeonato, ya que se veían las caras los dos máximos aspirantes. Por si fuera poco, ya habían peleado palmo a palmo el torneo anterior, que culminó con la vuelta olímpica de Vélez. Lamentablemente, la historia volvió a repetirse, pero en este caso el árbitro internacional Javier Castrilli fue protagonista estelar de la segunda coronación consecutiva de ese “equipazo” que tenía el “Fortín” de Liniers.
En un estadio José Amalfitani repleto, Boca se adelantó en el marcador con un gol de Claudio Paul Cannigia, tras una buena jugada de Maradona con Verón. Eso sucedió a los 15 minutos del primer tiempo. Cinco minutos después, arrancó la hecatombe y lo que Maradona calificó como “Robo”: un gol fantasma de Patricio Camps que el árbitro, a instancias del juez de línea, dio como válido. La pelota jamás ingresó toda al arco que defendía Navarro Montoya.
Sobre el final del primer tiempo sucedieron los hechos que definirían el partido. A los 40 minutos, Chilavert marcó un golazo de tiro libre, luego de una falta inexistente de Mac Allister al borde del área. Dos minutos después, Néstor Fabbri se va expulsado luego de que todo Boca enloqueció con el penal que Castrilli le regaló a Vélez: mínimo roce en un salto y el 3 a 1 (convirtió Chilavert otra vez).
En el entretiempo, Diego Maradona perdió los estribos tras semejante situación y lo insultó de arriba a abajo al juez. Roja directa. El segundo tiempo pasó entre incidentes en la tribuna de Boca entre la hinchada y la policía, el “Xeneize” haciendo lo que podía con dos jugadores menos. Sobre el final, Vélez consiguió dos goles más y Castrilli se dio el gusto de expulsarle un jugador más al equipo de Bilardo: Roja a Mac Allister y final. Vélez mantuvo la ventaja hasta el final y gritó campeón. Fue el segundo torneo consecutivo que se le frustraba a Maradona tras su vuelta al fútbol argentino.