Para los hinchas de Boca, el número “10” encarna el espíritu del club, esa conexión inquebrantable entre el equipo y su gente. A más de cuatro décadas de su debut en La Bombonera, el nombre de Diego Armando Maradona sigue despertando emociones. Inspirada en esa esencia, Leiva Joyas presenta una colección oficial de joyas y lingotes del “Xeneize”, que rinde homenaje a los colores y símbolos del club boquense. La propuesta, que combina lujo y sentimiento futbolístico, busca ofrecer a los hinchas una manera única de llevar con orgullo su amor por los colores, con piezas que capturan el ADN bostero y la pasión que lo rodea.
La colección fue presentada con un spot protagonizado por Claudia Villafañe y Dalma Maradona, dos figuras que representan la historia y el presente del legado azul y oro. En el video, madre e hija recorren las inmediaciones del Alberto J. Armando, mientras lucen el dije y la cadena del equipo, productos que reflejan la dedicación y el prestigio de una marca con 50 años de trayectoria en el rubro.
Además del bijouterie, el video muestra uno de los artículos estrella de este lanzamiento: el lingote oficial de Boca. Esta pieza, concebida tanto como un objeto de lujo como una oportunidad de inversión, despertó gran interés entre los simpatizantesy generó una oleada de comentarios en redes sociales. Tal fue el impacto que seguidores de otros clubes no tardaron en pedir productos similares.
El lanzamiento de la colección no se limitó al spot con la familia Maradona. Leiva Joyas desplegó una campaña integral que incluyó la participación de influencers y periodistas deportivos, reforzando el alcance del mensaje y conectando con diversas audiencias.
La participación de periodistas como Leandro “Tato” Aguilera y Diego Monroig, reconocidos por su cobertura diaria del club, aportó solidez a la campaña. Su presencia reforzó el carácter simbólico de la colección, destacando que las joyas y lingotes no son simples accesorios, sino piezas que encapsulan la historia y el sentimiento que une a la institución de la Ribera con sus fanáticos.
