Un 24 de noviembre pero de 1996, Juan Román Riquelme anotaba su primer gol con la camiseta de Boca. Fue en la Bombonera en un 6-0 contra Huracán de Parque Patricios. Así se iniciaba la era de uno de los jugadores más emblemáticos en la historia del club. Los gritos restantes fueron de Julio Toresani, Sebastián Rambert, Néstor Fabbri, Néstor Cedrés y Diego Latorre.
A los 38 minutos del complemento, el camerunés Alphonse Tchami arrancó una jugada de izquierda hacia el centro y tocó para Riquelme. Allí en la puerta del área, sacó a relucir su exquisita pegada y, con la potencia y la dirección exacta de su empeine, colgó la pelota en el ángulo derecho del arquero Marcos Gutiérrez. El enlace había llegado proveniente de Argentinos Juniors.
A partir de allí vendría una época gloriosa de Riquelme en el club. Salió campeón local, de américa y del mundo. Luego tuvo una travesía por Europa, jugando para Villarreal y Barcelona de España. Cuando retornó en 2007 fue la figura total de una nueva conquista de américa, en esa oportunidad con Miguel Ángel Russo al mando. En total marcó 92 goles en 388 compromisos con la camiseta azul y oro.
Actualmente se desempeña como vicepresidente de la institución. El principal mandatario es Jorge Amor Ameal, y ambos intentan construir un modelo de club con glorias de Boca y dándole rodaje a los pibes de la cantera. Si hacemos una votación, no hay dudas de que Riquelme terminará ganando el título de máximo ídolo de la gente bostera.
A pesar de que tuvo algunas acciones que causaron polémica, el exenganche conoce la interna del xeneize y sabe como debe manejarse. Su misión ahora es levantar la séptima Libertadores pero en esta ocasión como dirigente boquense. Armó el consejo de fútbol con Jorge Bermúdez, Raúl Cascini, Marcelo Delgado, Blas Giunta, entre otros.