En Boca no paran las obras. Luego de remodelar todas las tribunas de La Bombonera durante la pandemia, sacando alambrados, renovando butacas y pintando todas las tribunas, llegaron las inversiones en infraestructura. En primer lugar, se remodeló y arreglaron los problemas estructurales que tenía Boca Predio. Luego, se mejoraron oficinas y el vestuario de Las Gladiadoras. Ahora, llegó el turno del vestuario local de La Bombonera.
Luego de muchos años sin mantenimiento, la dirigencia encabezada por Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme decidió poner en marcha una obra en los cambiadores de la La Bombonera. En la misma, se está renovando prácticamente desde cero todo el vestuario local, para que cada jugador tenga a disposición todas las herramientas posibles para mejorar su juego.
En un video institucional subido a sus redes oficiales, Boca mostró el avance de las obras. “Modernización integral del vestuario local de La Bombonera”, reza el video, mostrando a los albañiles renovando el recinto. Al final, cierra con el slogan “Más obras, más Boca”. La idea de esta dirigencia es seguir invirtiendo en infraestructura para mejorar las instalaciones de La Bombonera, a la espera de la ampliación.
¿La Bombonera se amplía con inversiones chinas?
La dirigencia actual de Boca, encabezada por el presidente Jorge Amor Ameal, aún quiere concretar su máximo proyecto (y promesa de campaña), que es la ampliación de La Bombonera. Aparentemente, y según algunas versiones mediáticas, estaría encaminada la resolución de un conflicto importante sobre “Bombonera 360”, que es la financiación del plan. En el club estiman que una remodelación de ese tamaño cuesta alrededor de 80 millones de dólares.
Ese dinero, sería desembolsado por capitales chinos. Para aceitar las relaciones con el país oriental, la Embajada China ya tiene una oficina dentro del propio estadio. La idea del club para recibir las inversiones sería compartir por una determinada cantidad de años las ganancias de la reforma, sin afectar el patrimonio del club. La obra, en caso de llegar a un acuerdo, estaría supervisada por el propio gobierno chino, y empresas de ese país tendrían prioridad sobre publicidad en la camiseta y el “naming” del estadio.