En el encuentro del sábado pasado ante Lanús, Sebastián Battaglia debió realizar dos modificaciones en el primer tiempo. La primera de ellas fue la salida de Nicolás Orsini. En el entretiempo salió Edwin Cardona. Ambos futbolistas están desgarrados. En redes sociales los hinchas lo gritaron como un gol porque no estaban conformes con sus rendimientos.
Todavía no ha definido sus reemplazantes pero seguramente los que ingresen en el equipo sean Aaron Molinas y Luis Vázquez. Con estas dos modificaciones el equipo tuvo otra fisonomía y casualmente los hinchas se han sentido reflejados por el sentido de pertenencia. El clima del último sábado reflejo la felicidad de los fanáticos por el nivel de los juveniles.
Cuando Sebastián Battaglia empezó su trabajo al mando del primer equipo dos de las grandes apariciones fueron estos dos futbolistas. De hecho luego del tercer gol de Vázquez apareció el clásico grito de guerra: vamos vamos los pibes. El clima de redes sociales se reflejó en el estadio. Algo que habitualmente no venía sucediendo en los últimos años.
La aparición de Molinas les hizo recordar a los hinchas a los inicios de Juan Román Riquelme. No solo por el juego y las características, sino porque hay un detalle que no debe pasarse por alto: botines negros. En épocas de calzados llamativos es volver un poco a la antigüedad. Por lo pronto los fanáticos se han puesto felices por esta noticia.
Con estos dos inconvenientes Battaglia encuentra soluciones. En primer lugar porque los juveniles habían demostrado ingresando en los segundos tiempos que pueden luchar por ser titulares. Ante las lesiones el mapa se le abre al entrenador para encontrar el mejor equipo posible. Los hinchas están convencidos de que Molinas y Vázquez deben ser titulares.