En un primer momento, Boca estaba con 10 futbolistas porque había salido Juan Ramírez. Tras una gran pared por izquierda (la zona preferida) entre Cardona y Pavón. Con un gran centro del delantero cordobés, Orsini arrastró marcas y llegó Rodrigo Montes, el volante categoría 2000 para anotar el segundo tanto del partido para empezar a cerrar el encuentro.
Boca no sufrió. En un momento determinante del juego, el xeneize controló el partido. Porque se hizo eje en el centro del campo con las conducciones de Montes, quien fue encontrando en Cardona a su socio ideal. En una gran jugada colectiva, Pavón envió un centro atrás, y el volante cordobés llegó para definir de zurda y sentenciar la historia.
En segundo lugar, los futbolistas de Boca tuvieron libertad para moverse por todo el frente de ataque. No es casualidad que Pavón alterne por cada una de las bandas, dependiendo de la presencia del lateral para generar amplitud. Intentó siempre por derecha pero cada vez que fue a la zona izquierda, el elenco local no lo pudo controlar.
El equipo de Battaglia se asemeja a la historia xeneize: Ser protagonista en todos los escenarios, además de otorgarle actitud y buen juego. Por más que cambie de nombres, el funcionamiento empieza a aceitarse. Los futbolistas que ingresaron esta noche están aprovechando la oportunidad. Después llegará el desafío del entrenador: elegir a los mejores.
Lo cierto es que en este primer tiempo, el equipo azul y oro no sufrió ante un rival que no le propuso oposición. Seguramente Battaglia estará muy conforme con el rendimiento. Lo cierto es que se generaron más situaciones que en los partidos anteriores, y se golpeó en los momentos justos. El entrenador apuesta la vieja receta del enganche (esta vez con Cardona) y está teniendo un rédito.