No solo Miguel Ángel Russo debe estar preocupado por los números de Atlético Mineiro como local, donde no perdió ningún partido de Copa Libertadores y solo cayó derrotado en uno por el Brasileirao. Sino, también por la siguiente estadística del Xeneize, que marca la inestabilidad e irregularidad del presente año de Boca.
El dato indica que de los últimos nueve partidos, el Xeneize logró vencer en solamente uno, frente a The Strongest por la última fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores. Después, suma tres derrotas y cinco empates. Dentro de esas igualdades, se cuenta la victoria por penales ante River y la derrota, por la misma vía, ante Racing. Los números no acompañan.
Además, de esos nueve partidos, solo logró convertir en tres ocasiones. En la victoria ante los bolivianos, en la definición con el Millonario, y el pasado viernes, con el gol de Obando contra Unión de Santa Fe. Lo que marca la tan criticada falta de gol y la ausencia de un nueve de área.
Ante estos números, el entrenador sabe que debe ir a Brasil a convertir, mínimo, un gol. El empate a cero en la Bombonera dejó la serie abierta. Sin embargo, hacer un tanto obligaría a Mineiro a convertir dos, por la regla del gol de visitante. La serie está complicada, y los números no están del lado de Russo, pero no es imposible ni ninguna hazaña lograr la clasificación en tierras brasileñas.
El equipo para mañana
El DT repetiría el mismo equipo que en la ida. Rossi; Weigandt, Izquierdoz, Rojo, Sández; Rolón, Medina, González; Pavón, Briasco y Villa. Si bien estuvo la duda de colocar línea de tres centrales, finalmente conservaría los mismos cuatro abajo. La (no) sorpresa podría estar en la inclusión de Alan Varela por alguno de los mediocampistas.
