La salida de Miguel Ángel Russo tiene muchas consecuencias en el día a día de Boca . Por empezar, Sebastián Battaglia será el director técnico hasta diciembre. Pero además se genera una nueva etapa en el club de la Ribera. Y con ella vienen las críticas sobre el ciclo que acaba de culminar. Tras la partida del DT, Sebastián Vignolo realizó un crudo análisis con mensajes para todos: “Con las botas puestas”.
“Nadie puede aplaudir cuando se termina un vínculo antes de que llegue a su fin. Algo pasó, algo falló, algo se rompió. Pasa en todos los ámbitos de la vida y en el fútbol es aplicable”, comenzó el conductor de “ESPN F90”. “También es cierto que muchas veces los tiempos se precipitan. Cuando las cosas no vienen bien, hay criterios diferentes y empieza a haber un desgaste”, añadió el “Pollo” sobre esta relación laboral.
“A Boca le fue bien con Russo en esa primera parte. Era otro mundo, había otra expectativa”, recordó el popular relator. “Se vino la pandemia y empezaron a cambiar todos. Las formas, las maneras, los saludos, la economía mundial. Es imposible hablar de Boca hoy con los ojos de ayer. Cuando la nueva dirigencia asumió, la visión era una. Y hoy es otra”, aclaró. Eso derivó en la salida de Miguel, en un marco triste para Boca.
Cambiarse las botas
“Todos se fueron adaptando. En Boca también cambió el mapa económico. Ya no es tan fácil entregarle a Russo los futbolistas que pretendía. Se fracasó en alguna negociación”, rememoró Vignolo. Y se enfocó en un punto clave de la ruptura: “Pero el punto de desencuentro fue que, para el técnico, el plantel era corto, sin jerarquía. Y para quienes manejan Boca, depende también del entrenador. Sino es muy fácil”.
“Lo que pasó, esta salida, Boca la necesitaba. Abrir las ventanas y ventilar. Había un desgaste. Un clima que no era el de confianza absoluta”, opinó el Pollo. Y cerró: “Yo creo que los contratos hay que cumplirlos siempre y cuando el protagonista no esté desgastado. No hay que morir con las botas puestas, hay que sacarse las botas o cambiárselas. No hay que chocar contra un paredón, hay que frenar antes”.
