En la noche de ayer, Boca derrotó a Lanús por 4-2. Si bien arrancó en desventaja, supo acomodarse y lo pudo dar vuelta. Es que a los 22 minutos, la visita abrió la cuenta a través de Ignacio Malcorra. Sin embargo nueve minutos después, tras un centro de Edwin Cardona, Marcelo Weigandt concretó la igualdad con un gran cabezazo. A partir de allí fue casi todo xeneize, el envión del empate fue fundamental.
A los 38 minutos, una gran jugada de Agustín Almendra terminó con un gran remate del volante para marcar el 2-1. El xeneize era ampliamente superior y lo reflejó en el marcador. La mala noticia fue la salida por lesión tanto de Nicolás Orsini como de Cardona (salió en el entretiempo con una molestia). En sus lugares ingresaron Luis Vázquez y Aaron Molinas. El delantero iba a marcar el 3-1 para darle tranquilidad a Sebastián Battaglia.
No obstante, la visita llegó al descuento a través de Diego Braghieri. Faltaban algunos minutos pero Boca no se puso nervioso y fue en busca de otro gol. Una gran corrida del “Chelo” Weigandt por la banda derecha, terminó en infracción del defensor rival adentro del área. El encargado de patear el penal fue Cristian Pavón, que se sacó la mufa y festejo con todos los hinchas.
El conjunto boquense jugó un gran partido. Se repuso de lo que fue la derrota ante River el domingo pasado y cambió el chip rápidamente. Fueron claves los ingresos de Weigandt , Vázquez y Montes. Los pibes demostraron una vez más estar a la altura. Lo mismo para Molinas cuando le tocó ingresar, le dan frescura al juego de Boca y debe aprovecharlo para poder pelear la Liga Profesional.
Otro de los que respondió notablemente fue “Kichan” Pavón. El delantero no iba a ser titular, pero una molestia de Norberto Briasco le permitió estar en su lugar. El ex Talleres realizó un gran encuentro y se sacó la “mufa” marcando el cuarto gol azul y oro. Sabe que puede dar más y la confianza del técnico es fundamental para que esto suceda. Ganó Boca ante su gente y volvió a sonreír.
