El director técnico de Boca, Sebastián Battaglia, tuvo una charla con el plantel en la cual realizó una fuerte autocrítica post-superclásico. Si bien los jugadores estuvieron de acuerdo casi en su totalidad con el análisis, el planteo del actual entrenador dejó algunas dudas. Una de las particularidades fue la falta de lucidez para encarar el encuentro ante River. Principalmente porque el once puesto en cancha fue más para aguantar, que para ir en búsqueda de los tres puntos.
El trámite del juego parecía ser parejo, como lo fue en los cuatro anteriores del 2021. En ellos habían igualado todos, con la diferencia que en los últimos dos Boca se impuso por penales. A partir de esto el ambiente xeneize se había ilusionado con romper la una racha adversa en la última década. Sin embargo, el equipo de Marcelo Gallardo mostró ser superior y ante la baja de Marcos Rojo por expulsión, el xeneize se quedó sin nada.
En la semana posterior al superclásico, Battaglia decidió dialogar con sus dirigidos. Allí dispuso un análisis del partido, y hacer una evaluación para lo que se viene. Boca tiene por delante a Lanús por el torneo local, pero el objetivo principal pasó a ser la Copa Argentina, para acceder a la próxima Copa Libertadores. El cuerpo técnico se mostró golpeado, pero confía en revertir este presente.
Para el cotejo del sábado habría algunas variantes, ya que tiene las bajas de Marcos Rojo, Luis Advíncula y Carlos Zambrano. En la defensa seguramente ingresen Marcelo Weigandt y Lisandro López. En la mitad de la cancha asoman varias dudas, y también hay que ver si en la delantera decide cambiar. El equipo venía invicto, con 17 puntos de 21, pero cayó ante su archirrival por la Liga Profesional.
En Copa Argentina el panorama es distinto, ya que espera rival de la llave entre Argentinos y San Telmo. Le quedan dos partidos para coronarse campeón y a priori los potenciales rivales son de menor jerarquía que Boca. En estos tres meses que quedan del semestre se definirá la suerte del cuerpo técnico azul y oro.
