Hace poco más de una semana, Juan Román Riquelme ingresó al Salón de la Fama del Fútbol Internacional reconocido por la FIFA, distinción que tuvo junto a otras 18 leyendas del deporte en la noche del martes. El exjugador y actual presidente de Boca viajó a México para recibir este notable reconocimiento y se emocionó en su discurso. Ahora se dieron a conocer imágenes inéditas del ídolo Xeneize en el evento.
“Riquelme es el investido número 172 del Salón de la Fama del Futbol Internacional”, expresó la cuenta oficial del establecimiento ubicado en Pachuca, México junto con tres fotos de Román, una de brazos cruzados, otra haciendo su festejo del “Topo Gigio” sonriendo y una tercera con el trofeo distintivo en sus manos.
El discurso de Juan Román Riquelme al borde de las lágrimas en el Salón de la Fama
“Señor Jesús (Martínez), sé que está por ahí arriba. Ustedes son culpables de que todos nosotros estemos un poco nerviosos acá arriba del escenario. Se nos hacía más fácil dentro de la cancha. De verdad, muchas gracias a usted, a su familia por estar tan bonita, por acordarse de nosotros. Al grupo Pachuca, a todos los periodistas que han votado y se han acordado de mi nombre, muchísimas gracias. De verdad, es un privilegio estar acá”, arrancó Román en el escenario del Teatro del Bicentenario de la ciudad de León.
“Yo soñaba ser futbolista de chiquito. A ver, le quería comprar la casa a mi mamá. Es lo único que quería de chiquitito, soñaba con eso, no tenía otra cosa en la cabeza. Sentía que esa manera le podía cumplir. Pasó el tiempo y el 10 de noviembre del 96 tuve la suerte de debutar en Primera con la camiseta de Boca. Ese día entré a la película más linda de mi vida. Esa es la verdad”, agregó.
A medida que avanzó con su discurso, la voz Riquelme se empezó a entre cortar y se quebró cuando mencionó a su familia. “Yo pensé que jugar al fútbol era solamente eso. Era patear la pelota, disfrutar, correr, gritar un gol, dar un pase. Cuando pasó el tiempo me di cuenta que no. Que la gente te saludaba, que te daba cariño. Entonces empezó a tener otro sentido, empecé a tener otra responsabilidad y fue fabuloso. Porque no lo imaginaba, yo nunca pensé que el ser jugador de fútbol iba a ser tan lindo, que uno iba a tener la suerte de vivir esto, de conocer el mundo, diferentes culturas, conocer mucha gente y que la gente te dé cariño es maravilloso, que estés en otro país y sepan tu nombre es increíble. Así que solamente decirle gracias”, continuó.
“He disfrutado mucho de esta fiesta de esta noche. Tengo a mi hermano por ahí que debe estar contento y mi mamá también. Buenas noches, felicidades y muchas gracias”, cerró el ídolo Xeneize, tomó el premio y se marchó ya sin poder hablar. Entre lágrimas.