A lo largo de su historia, Boca tuvo la valía de ganar seis títulos continentales y tres mundiales. Pero también, desperdició varias chances al perder finales que parecían accesibles en los papeles. Una de ellas fue ante Once Caldas, en el año 2004. Sobre ella, un protagonista de aquel partido hizo una dura confesión.
“Nos relajamos inconscientemente, el corazón del hombre es así, después de una gran tormenta se relaja, fue así para los dos pero nosotros pasamos”, sentenció Javier Villarreal, pieza clave del equipo de Bianchi que eliminó a River Plate en las semifinales de la Copa Libertadores. El exmediocampista, de 42 años, dio su punto de vista acerca de aquella final perdida ante los colombianos.
“No subestimamos pero creíamos que era nuestra porque dejamos a River afuera, sufrimos muchas lesiones, expulsiones, no estuvo Carlitos, se desgarró Guillermo, estábamos al límite con lo justo y sumado a la relajación hizo que perdiéramos la final”, expresó. Tras eliminar al clásico rival, y con Carlos Bianchi en el banco, Boca se presentaba como el máximo candidato a lograr aquel torneo.
Respecto a los partidos con River, añadió: “Fue una serie de película, ganar fue único y maravilloso. Al penal lo elegí yo, tenía fe que algo iba a pasar. Me siento un privilegiado de ser parte de la historia donde ellos no nos podía ganar”. Villarreal es recordado por ser el encargado de patear el último penal en la definición ante los Millonarios, algo que quedará marcado en la historia del club.
Sobre ese penal, relató: “Pensas de todo, te baja una película, todo lo que pasaste, la sensación de que podes hacer historia, emociones, el riesgo de poder errarlo, tuve una lucha mental interna hasta que después tomé una decisión firme. El silencio del Monumental nos aturdió, yo escuché el ruido de la red, la cancha tenía la pista y hacía como un eco, éramos 35 tipos festejando con 60 mil personas de River”. Histórico.