Ricardo Noir juega en el Atlético Palmaflor de la primera división de Bolivia, pero en el pasado jugó en Boca, club en el que debutó como profesional con 21 años de la mano de Carlos Ischia. El delantero recordó con dolor el complicado momento personal que vivió en su etapa en Newell’s en el 2011, cuando un rumor malicioso terminó en repudiables cargadas homofóbicas.
Noir comenzó su carrera en Boca, y sus comienzos eran alentadores, pero pasando los partidos no lo pudo demostrar y fue perdiendo lugar en el equipo. Al no tener lugar en el club, pasó a préstamo a Barcelona de Ecuador y luego a Newell’s, dirigido en ese entonces por Gerardo Martino, pero un rumor que empezó a circular por Rosario, afectó su vida dentro y fuera del fútbol.
En aquel entonces, en la ciudad de Rosario comenzó a circular la versión de un romance con un compañero suyo en la Lepra. Todo desembocó en cargadas homofóbicas por parte de los hinchas de Rosario Central, quienes incluso llegaron a colgar una bandera acerca de ellos en el estadio. “Me quise ir para mi casa“, expresó en una entrevista con el programa Mundo Boca Radio.
“Iba a buscar a mi hija más chica al jardín y no la fui a buscar más. Una vergüenza tenía… Salía predispuesto a pelear con alguien. Me decían algo y cómo no iba a pelear... Imaginate la bronca que yo tenía. Yo nunca había dicho nada. A mí me liquidaron. Anímicamente ese año fue terrorífico”, agregó el futbolista, recordando esa horrible situación.
“Hay que ponerle límite a las cosas. Uno capaz lo dijo en modo de joda y a mi me mató. Mi familia se ponía mal a la par mía. Fue un momento desagradable que no se lo deseo a nadie. O lo superaba o no podía jugar más al fútbol”, reflexión Tito Noir, a casi una década de aquel episodio que marcó una etapa de su carrera, que por suerte pudo superar.