En el día de hoy se hizo viral un tiro libre de Juan Román Riquelme en el predio de Ezeiza. Si bien fue de una manera distendida, está claro que el vicepresidente del club aprovecha su poco tiempo libre para despuntar el amor a la pelota. Recordemos que muchos de sus ex compañeros, además de trabajar en el club, participan del torneo junto a Boca senior.
La jugada, que rápidamente se empezó a difundir en redes sociales tiene una comparación histórica. Su último gol de tiro libre en un clásico es muy similar a la última ejecución. Está claro que Riquelme con el paso del tiempo se ha vuelto como el vino, un mejor futbolista. Aún falta para su partido despedida, pero Román empieza a afinar ese pie derecho.
Riquelme siempre fue un jugador elegante, de esos que daba gusto verlo jugar adentro de la cancha. Pero no sólo por los movimientos que demostraba, sino por la capacidad para patear tiros libres. No necesitaba tomar gran impulso para pegarle fuerte, sino realizar tiros colocados lejos de la distancia de los arqueros. Además nunca indicaba con el gesto del cuerpo donde podía ir el balón.
Luego de su retirada del fútbol profesional, Riquelme se juntaba con sus amigos para seguir demostrando que la calidad sigue intacta. Después de la final que Boca perdió en Madrid, decidió involucrarse políticamente para cambiar la realidad de la institución. En diciembre de 2019 Jorge Amor Ameal triunfó en las elecciones y Riquelme volvió a trabajar en el club.
Ahora, sin tanto tiempo como antes, en sus ratos libres se dedica a practicar este tipo de jugadas en el predio que Boca tiene en Ezeiza. Lo que si está claro es que el paso de tiempo no deteriora el físico ni la calidad. El trato al balón y el golpe al mismo mantiene un deseo intacto. Seguir jugando a la pelota, no importante donde lo haga, sino siendo feliz de esa manera.