El Club Atlético Boca Juniors es, sin duda alguna, uno de los clubes más grandes a nivel local, así como también a nivel continental. Todo el mundo es consciente de la enormidad de los logros obtenidos por la institución a lo largo de los años, y para muchos está de más discutir con que es el Único Grande, principalmente justificando esto debido a que jamás descendió de categoría.
Si bien el profesionalismo en la República Argentina comenzó en el año 1931, el equipo Xeneize jamás se vio obligado a bajar de categoría. Muchas veces se llegó a cuestionar la grandeza de este hito por parte del club, debido a que hay quienes dicen que se llegó a la máxima categoría del fútbol de nuestro país “por decreto”, y no por mérito propio.
Lo cierto es que esto jamás estuvo cerca siquiera de confirmarse. El conjunto de La Ribera se fundó en el año 1905, y tres años después pudo afiliarse a la denominada por aquel entonces Argentina Association Football League, la que históricamente es la predecesora de lo que luego pasaría a convertirse en la AFA.
En aquella época existían tres categorías en nuestro deporte, pero la Asociación les permitía a los clubes participantes anotarse en segunda o en tercera división, más no en la primera. Es por eso que el club azul y oro apareció en la segunda. Años después, el 1911, tras la desafiliación de Alumni, se genera una crisis en 1912 que desemboca en la creación de una Federación paralela a la Asociación, con una importante migración de clubes de una a otra.
Ahora, ¿por qué lo de Boca no fue un ascenso por decreto? Tras la decisión de unificar la segunda con la primera, hubo un acuerdo entre los miembros de la Asociación para que, pase lo que pase, los equipos jugarían en Primera de todas formas. Distinto hubiese sido el caso si hubiese una orden del Poder Ejecutivo Nacional, cosa que jamás existió.
Así, en 1913 dio inicio el primer torneo del Xeneize en Primera División, producto de la fusión de Segunda y Primera. No hubo ayuda, pero sí un acuerdo entre todos.
