A lo largo de toda la historia del Club Atlético Boca Juniors, una enorme cantidad de futbolistas, tanto extranjeros como del mismo fútbol argentino, tienen la oportunidad de calzarse la camiseta de uno de los equipos más grandes del fútbol argentino y sudamericano. Algunos de ellos incluso llegan a dejar una huella imborrable en la historia de la institución, pero siempre dejando atrás historias de superación y de un sacrificio enorme que los llevó a la cima en sus carreras.
En muchas de esas ocasiones, el acompañamiento de la familia suele ser fundamental para que los jóvenes jugadores puedan seguir adelante y la luchen por su sueño de moldear sus carreras. Pero en otros casos, esto no pasa y tienen que tomar decisiones fuertes a corta edad. Ese fue el caso de Hugo Ibarra, quien muchos hoy son conscientes de que es uno de los grandes ídolos de la historia Xeneize, pero pocos saben que tuvo que atravesar un durísimo momento.
En aquel entonces, al un joven Hugo Benjamín de 14 años le decían en su casa que “la pelota no te va a dar de comer, el estudio sí“, tal como lo contó en diálogo con El Gráfico en 2012.
Seguido de eso, el Negro contó que se probó en Colón, equipo donde se formó hasta llegar a Primera, antes de desembarcar en Boca, pero reflexionó sobre lo mal que la pasó: “Muchas de las peores cosas que viví en el fútbol, las pasé ahí. Fui el único de ese grupo en llegar a Primera. Un privilegiado, porque era imposible“.
“Tenía rotos los ligamentos cruzados”: Hugo Ibarra y su llegada a Boca
El ex lateral reveló en una entrevista con El Gráfico que en medio de su llegada al Xeneize se enteró de su grave lesión en su rodilla: “(Batista) Me dijo que, haciendo una buena rehabilitación, podía proteger la rodilla. Bianchi dio el ok y después la directiva me firmó el contrato con una cláusula: si me lesionaba antes de los seis meses dejaba de percibir las primas. A mí no me importó nada y me la jugué…“.
