A lo largo de los últimos años, infinidad de futbolistas se pusieron la camiseta de Boca. Algunos lograron acentarse en el club, rompiéndola y dejando una marca en el hincha, y otros tuvieron pasos sin pena ni gloria por el club. Pero en todos los casos, vestir la camiseta azul y oro es un antes y después en la carrera de la gran mayoría de los deportistas.
Pese a esto, es inevitable que haya algunos jugadores que no logran encajar en el Xeneize, y luego acaban marchándose por la puerta de atrás, quedando en el olvido. Ese es el caso de, por ejemplo, Carlos Bueno, exdelantero uruguayo que vistió los colores azul y amarillo entre los años 2007 y 2008, pero que se fue de la institución sin ningún título bajo el brazo, pese a que estaba a la vista su calidad.
Tras irse de Brandsen 805, el charrúa regresó a su país natal, luego tuvo una nueva etapa en el fútbol europeo y también en algunos clubes argentinos. Ahora, lejos de su etapa goleadora con los cortos, se volvió entrenador y actualmente dirige en el ascenso del fútbol uruguayo, más precisamente en Artigas SAD, de la primera división amateur de su país.
Carlos Bueno, la sombra de una delantera letal en Boca
El uruguayo arribó al Xeneize en el segundo semestre del año 2007, luego de que los dirigidos en aquel entonces por Miguel Ángel Russo se alcen con la sexta Copa Libertadores de la historia del club. Y en aquel entonces, la delantera titular era santificada e intocable, conformada por Martín Palermo y Rodrigo Palacio.
El charrúa había llegado libre tras su paso por el PSG francés, y solamente alcanzó a disputar 10 partidos con la azul y oro, marcando un solo tanto ante Arsenal por el Torneo Apertura 2007.
Años después, en 2012, Charly le marcó a los de La Ribera con la camiseta de San Lorenzo, partido en el que luego se fue expulsado y su equipo cayó por 2-0 de local. Poco después, salvó a los de Boedo del descenso con sus goles.