Tras obtener la Libertadores del 2000 y ser campeón Intercontinental ante el Real Madrid, Boca llegaba como el principal favorito. De hecho, superó su grupo con una diferencia abismal. Cinco victorias consecutivas para sumar 15 puntos sobre 18 posibles. Solo perdió el último partido, donde presentó mayoría de suplentes. Estos números le darían la posibilidad de definir en casa la mayor parte de las series.
¿El rival de octavos? Junior de Barranquilla, a quien venció en Colombia y luego rescató un empate en la Bombonera. En cuartos, llegó el turno de Vasco da Gama. Con absoluta soltura el equipo del Virrey lo eliminó por un global de 4 a 0, ganando ambos partidos. Con respecto al equipo del 2000, Boca perdió a Palermo, Arruabarrena y Samuel, piezas claves de aquel plantel. Claro que esto no fue un impedimento para que Bianchi siga haciendo historia.
Ya en semifinales, fue el turno de Palmeiras, el subcampeón de la Libertadores pasada. Ambos equipos se volvían a ver las caras en una especie de revancha. A esa altura, eran los dos mejores del continente y el partido se vivió como una final anticipada. El ‘Verde‘ obtuvo un punto más en la fase de grupos, por lo que le tocaba definir de local. Ambos partidos fueron épicos por sus emociones e incidentes.
Tras el empate a dos en Argentina, el partido en Brasil fue una batalla. Bianchi recibió el impacto de un proyectil, mientras que un par de hinchas brasileños ingresaron al campo de juego en medio del partido. En este contexto, y con un Riquelme excepcional, volverían a empatar a dos goles. Finalmente, Boca lo ganaría en los penales. Oscar Córdoba tapó dos remates para darle la clasificación a la final, donde aguardaba Cruz Azul.
La victoria de Boca en México por 1 a 0, y la de Cruz Azul en Buenos Aires bajo el mismo resultado, dieron paso a una nueva definición desde el punto penal. Allí, Córdoba y la mala puntería de los mexicanos le dieron el segundo bicampeonato continental al club, tras el obtenido por Lorenzo en 1977 y 1978. Riquelme y Bianchi se convirtieron en leyendas y los colores de Boca Juniors recorrieron el mundo nuevamente.