Boca visitaba a Belgrano por la fecha 13 de la Copa de la Liga con el objetivo para Fernando Gago de mejorar colectivamente en el juego y aumentar las ocasiones de gol que no tuvo ante Barracas Central como local. Además, el xeneize pisó tierras cordobesas con la ilusión de ganar por segunda vez consecutiva en el campeonato, volver al triunfo de visitante y clasificar a los octavos de final de la Copa de la Liga. En el juego, Boca fue de menos a más y cumplió. Sin embargo, dejó cosas por mejorar y algunas preocupaciones para el futuro.
Lo cierto es que, Boca comenzó muy dormido en el encuentro, sorprendido por el rival en la presión y agarrando mal parado al xeneize que no lograba acomodarse en el encuentro en los primeros instantes del partido. A los 6 minutos una jugada milimétrica por VAR salvó a Boca de que fuera gol de Belgrano. El xeneize mal parado en defensa tiró el offside en el retroceso al perder una pelota en la mitad de la cancha y enganchó al goleador Franco Jara que por medio hombro estaba en offside en la jugada que habilita a Lucas Menossi de cara al gol.
Tiempo después, a los 12 minutos una nueva jugada del pirata en ataque agarró nuevamente desconcentrado a Boca y Lautaro Blanco sobre la línea salvó lo que era el gol de Uvita Fernández. Desde ese instante el equipo de Fernando Gago se mojó la cara y reaccionó en el partido.
Es decir, en el primer tiempo Boca arrancó dormido, temeroso y dubitativo en el juego y en 30 minutos había generado un solo remate al arco en la jugada que Edinson Cavani se come el gol abajo del arco con un cabezazo. De este modo, sigue siendo lo malo de Boca que arranca los partidos dormidos y desacomodado por lo que puede ser un dolor de cabeza a futuro si no lo corrige rápido en los playoffs.
Boca creció en el partido gracias al gol y a Kevin Zenón
Tiempo después, Boca se acomodó en el partido y comenzó a atacar el arco de Manuel Vicentini que luego de un tiro de esquina al minuto 37 del primer tiempo solo en la marca Marcos Rojo de frente al arco le pegó de sobre pique para el primer gol de Boca.
De este modo, el equipo de Fernando Gago se tranquilizó, comenzó a jugar de la mano de Kevin Zenón y quedó asentado que no debe salir del campo de juego en el segundo tiempo habilitando a sus compañeros de cara al gol y hasta incluso marcando él.
En el segundo tiempo, Boca generó lo mejor y es lo que quiere Fernando Gago. Generación de juego asociado, un equipo balanceado y equilibrado con buen trabajo de Milton Delgado y Tomás Belmonte que creció en el complemento.
Lo malo, debe mejorar los comienzos donde sale despistado y algo dormido. Como también, corregir pequeñas falencias defensivas que el rival puede aprovechar en instancias más definitorias.
