Se sabe y está claro que Boca es una marca mundial y que, como tal, mueve multitudes en todo el planeta, pero también es cierto que en todos los clubes, sobre todo en Argentina, sus barrabravas sacan tajada de este lucroso beneficio y, por ello, se nutren de el con la venta de merchandising oficial y de dudosa procedencia. Este negocio redondo y que depara millones para todos sus benefactores está representado en La Doce, la parcialidad “Xeneize” más famosa y que tiene en sus líderes Rafael Di Zeo y Mauro Martín sus bastiones y lugartenientes de uno de los paravalanchas de La Bombonera.
Sin embargo, en la página oficial del grupo de Lomas de Zamora que maneja Marcelo Aravena se sorteó una entrada para ir a la cancha. Teniendo en cuenta que no existe venta oficial de tickets, alguien de la Comisión Directiva deberá explicarle la situación a la multitud de socios que no tendrán su ingreso y deberán ver el partido por televisión. Para participar de la compulsa había que comprar un artículo con la leyenda Siempre Mono, Nunca Sapo, la frase que identifica a este sector de La Doce. Eso sin contar la reventa que a los turistas se les ofrecía en distintas agencias a 200 dólares la entrada más la reventa para los argentinos a 200.000 pesos.Un clásico negocio barrabrava. Además, también habrá previa en el restaurante Jugador Número 12 en Puerto Madero, aunque la barra no dirá presente, pero sí se está promocionando un almuerzo especial con toda la previa en ese lugar. Hablando de lo que antecede al partido, si bien la famosa Previa de Irala ya no está en Irala 40, habrá algo similar en los alrededores para todos aquellos que se acerquen a La Bombonera desde las 12, que además es el horario fijado para la apertura de puertas.
Un Superclásico y más disputarlo en el Alberto J. Armando o en el Antonio Vespucio Liberti genera ingresos cuantiosos y la facturación del mismo supera por lejos el millón de pesos, ya sea por venta de entradas o por la reventa ilegal en el mercado negro, pero hay una certeza y es que nadie quiere quedarse afuera de la sabrosa tajada.