A poco más de 24 horas para que se lleve a cabo un nuevo Superclásico entre Boca y River en La Bombonera por la fecha 15 de la Liga Profesional, Maximiliano Piñeiro, subsecretario de seguridad ciudadana y de orden público de la Ciudad de Buenos Aires, reveló en un reportaje con López910 por Radio La Red, que planea que sea un encuentro con “alcohol cero” y dijo que habrá una medida sin precedentes en el operativo del encuentro. “Boca va a poner una pipeta en los ingresos y las personas que tengan una graduación de alcohol no van a poder ingresar a la cancha“, declaró.
Esto implica que quienes asistan a ver al “Xeneize” no podrán tomar alcohol antes de ingresar a la cancha. “Es algo importante y novedoso. Vamos a hacer la prueba de alcohol cero este sábado: las personas que tomen alcohol no pueden ingresar a ver fútbol”, señaló el funcionario.
El subsecretario remarcó que serán controles “al azar” y aseguró que estos tipos de tests están contemplados en la ley: “En realidad, quienes deben llevar el control de acceso y evitar personas que ingresen habiendo bebido alcohol, es el propio club. En algunos de ellos empezamos a hacer este trabajo de manera paulatina, tanto con Boca como con River; y de apoco iremos implementándolo. Tiene un costo para el club esto, lo de la pipeta, pero en este caso Boca nos acompaña para este evento y lo dispondrá en algunos de los ingresos. Lo que buscamos es desalentar la ingesta masiva de alcohol que estamos teniendo en algunos eventos masivos”.
En esa línea, advirtió que “está prohibida” la venta de alcohol en las zonas cercanas a los eventos masivos: “Eso lo combatimos también. Se secuestra gran cantidad de alcohol en cada partido, se hace un trabajo minucioso con eso. No se puede vender al público y ese día por eso los comercios de la zona ese día no deberían vender alcohol. Algunos de ellos lo hacen y son clausurados”.
A partir de las 8 de la mañana comenzarán a cortarse las calles en la inmediación del Alberto J. Armando. A su vez, las puertas del estadio abrirán a las 12 del mediodía, cuatro horas antes del pitido inicial de Nicolás Ramírez, árbitro del partido.