Ante la confirmada partida de Pol Fernández fuera de Boca a fin de año y con destino a Fortaleza de Brasil –rumor que desmienten desde el seno dirigencial del ”Xeneize”-,a Diego Martínez se le abre una disyuntiva: ¿Guillermo debe seguir siendo tenido en cuenta?
Este es un interrogante que plantearon en el programa F90 del canal ESPN y en el que debatieron acerca del futuro de uno de los que habitualmente lleva la cinta de capitán.
El Consejo de Fútbol desconoce el pre-contrato que firmó el volante con el equipo brasileño y están que trinan con que se vaya al exterior, pero no desean tener otro caso como el de Nicolás Valentini, que decidió no renovar su vínculo y, debido a ese conflicto, no es tenido en cuenta para jugar los partidos pese a que se entrena con la Reserva.
Si bien levantó su nivel en los últimos partidos y los murmullos quedaron atrás, el ex mediocampista del Cruz Azul de México es una pieza inamovible para el Director Técnico y se le abre el interrogante sobre si seguir contando con su talento dado su conflicto contractual o, bien, que la dirigencia comandada por Juan Román Riquelme no lo tenga relegado ni amargado ni con cara de buenos amigos.
Más allá de estas conjeturas, lo cierto es que el futbolista es patrimonio del club y que Boca no desea tenerlo a un costado como lo está haciendo con Valentini –que se rehusó a renovar su contrato- y, es por ello que los dirigentes no forzarían a su entrenador a darle indicaciones con respecto a qué debe hacer el club con él ya que lo considera una pieza importante dentro de su estructura dentro del campo de juego para la Liga Profesional.
Si bien nació de las entrañas de la institución, aunque nunca fue considerado un ídolo por parte de la parcialidad local, este éxodo por parte de la puerta de atrás genera que los hinchas se pregunten si el cuerpo técnico debe seguir considerándolo o si es tiempo que los Miramón o los Belmonte sumen minutos en su lugar.
