Desde que Carlos Izquierdoz salió de la clínica el lunes ya sabía que no podría jugar el Superclásico. El capitán de Boca sufrió una fractura de la base del quinto metatarsiano del pie izquierdo en el duelo frente a Estudiantes y estará como mínimo dos meses sin hacer fútbol. A pesar de esto, ante River tomó una decisión que alegró a los hinchas Xeneize.
Cuando Carlos Izquierdoz se enteró de su lesión, él sabía que fuera o dentro de la cancha iba a dar el presente frente al Millonario. Fiel a sus ideales, el Cali se subió al micro Xeneize con destino a Núñez para acompañar a la delegación. El capitán se olvidó del reposo y en otra muestra de liderazgo ocupó un asiento en el viaje que irá en búsqueda de los tres puntos.
Izquierdoz fue operado el jueves y los médicos le recomendaron que realice la menor cantidad de movimientos posibles, pero haciendo oídos sordos, el central se acercó a la contracción del Hotel Intercontinental y con la indumentaria azul y oro se sumó al plantel. Otro futbolista que apareció en el vehículo de la Ribera, a pesar de no estar en la lista de convocados por lesión, fue Diego González.
¿Qué tiene el Pulpo González?
En la previa al Superclásico, el mediocampista era una apuesta difícil de Battaglia. El 28 de febrero el Pulpo había sufrido un desgarro en el isquiotibial derecho y los médicos del Xeneize le habían diagnosticado, al menos, tres semanas de recuperación. Al límite con las fechas, González intentó que su físico respondiera favorablemente, pero no lo logró.
Además del duelo en el Monumental, el exjugador de Racing tampoco pudo estar en el campo de juego frente a Central Córdoba de Rosario, Huracán y Estudiantes. Si bien el mediocampista de 34 años no era una fija en la mitad de la cancha, alternaba en busca de la titularidad y además tanto su experiencia como calidad podían ser condicionantes en un partido de estas características.