Mauro Zárate fue parte de los futbolistas que abandonaron el barco de Boca, tras la fuerte reestructuración que llevó a cabo el Consejo de Fútbol, liderado por Juan Román Riquelme, en el plantel desde su asunción. El delantero se fue a Brasil y en pocos minutos pudo convertir su primer gol con la camiseta de Juventude, algo que causó bronca en los hinchas.
Después de su salida de América Mineiro, donde había estado en los últimos seis meses, Zárate negoció con Gimnasia y Talleres para regresar al país, pero con ninguno pudo concretar un acuerdo. Sin embargo, con el que si pudo fue con Juventude, que está anteúltimo en la tabla de posiciones del estadual con siete puntos y a 10 del líder.
En Mineiro, el atacante jugó 16 encuentros y convirtió un tanto, pero fue clave para la levantada del equipo. Desde su arribo, le escapó a las últimas posiciones de la taba en el Brasileirao y consiguió la clasificación a la Copa Libertadores: terminó octavo y se metió en el certamen continental por diferencia de gol. Por diferencias económicas, no siguió en ese equipo.
Su paso por Boca
“Lo que me mató fueron las lesiones. Yo estaba bien y de repente tenía una lesión que no sabía de dónde venía porque me cuido, me entreno y me encanta entrenar. No entendía de dónde venían”, había afirmado el delantero hace unas semanas sobre el poco lugar que tuvo en el Xeneize en el ultimo año, donde sufrió varios desgarros y muchos problemas musculares.
Su paso con la camiseta azul y amarilla no fue el mejor. Fue de mayor a menor y el jugador lo sabe más que nadie. En el Xeneize disputo 85 partidos y convirtió 21 goles. En sus primeros partidos con Boca en la Libertadores 2018 fue donde se dejó ver la mejor versión del campeón del mundo sub 20 con la Selección Argentina. Luego, las lesiones no lo dejaron.