Boca derrotó ayer por la noche 3-2 a Universidad de Chile. Los goles fueron convertidos por Cristian Medina, Luis Vázquez y Exequiel Zeballos. Los tres son jugadores de la cantera del club, algo que realmente ilusiona a todos los xeneizes que gritaron “Vamos, vamos los pibes”. Fue una noche redonda en todo sentido, mostrando un sentido de pertenencia muy claro.
En el palco estaba Darío Benedetto, flamante refuerzo boquense. No obstante, Vázquez no se achicó y volvió a convertir. El juvenil pidió jugar junto a Pipa como dupla de ataque, habrá que ver si Sebastián Battaglia alguna vez le cumple el deseo. Parecen haber quedado relegados Nicolás Orsini y Norberto Briasco. Los chicos taparon a quienes llegaron a mitad de 2021.
La actual dirigencia se propuso darle relevancia a los jóvenes. Ni bien asumió Battaglia dejó en claro que iba a contar con ellos. Luis Vázquez, Marcelo Weigandt, Agustín Sández, Eros Mancuso, Cristian Medina, Alan Varela, Exequiel Zeballos, entre otros. Son los que fueron apareciendo y demostraron un nivel realmente muy bueno. La mezcla entre la experiencia y la juventud es un combo que realmente le trajo resultados en su primera etapa. Luego sufrió un bajón, pero aún así logró la Copa Argentina.
De los errores se aprende
En el superclásico ante River, el técnico apostó por los más “grandes”. Por poner dos ejemplos: Diego González y Edwin Cardona. Si bien la expulsión de Marcos Rojo lo condicionó, los pibes no tuvieron la oportunidad desde el comienzo. Arriba jugaron Cristian Pavón y Nicolás Orsini. Fue una tarde negra: apenas algún disparo de Luis Advíncula que generó algo, muy poco, de peligro.
Es por eso que los errores del pasado, te ayudan a aprender. Battaglia elige darle nuevas posibilidades a los chicos. Tienen hambre, tienen ganas, tienen sed de gloria. Lo demostraron en reserva, lo demuestran en primera división. Si andan bien, tienen que jugar. Porque así debe ser, el que esté en mejores condiciones, debe arrancar de la partida.