En los últimos triunfos de Boca se ha mencionado una característica bastante particular que explica el presente del club. Desde la llegada de Sebastián Battaglia para conducir al primer equipo, el joven entrenador apostó por una de las máximas figuras de la reserva: Luis Vázquez. El delantero le pagó cada minuto invertido. Cada vez que convirtió Boca se llevó los tres puntos.
En la actualidad el goleador del ciclo Battaglia anotó 6 tantos desde que empezó este pequeño ciclo que lleva unos pocos meses. En esas oportunidades el equipo xeneize se llevó los tres puntos. En realidad, sólo estamos contando los goles marcados en la liga local. En copa Argentina le convirtió a Argentinos (lo que significó otra victoria).
En 15 partidos disputados como titular, Vázquez sumó con el tanto de esta noche su séptimo grito con la camiseta xeneize. Un número para nada despreciable si tenemos en cuenta que marca en promedio 1 gol cada dos partidos. A pesar de la juventud y los pocos partidos a nivel profesional, es uno de los grandes aciertos por parte de Battaglia.
Aunque también hay otro dato sumamente revelador. Todos los goles que convirtió los hizo dentro del área. ¿Qué quiere esto? Son goles típicos de goleador, algo que no se había visto habitualmente en los últimos años bajo el ciclo de Miguel Russo. Lo que si está claro, ya sea por decisión o lesiones, que la influencia de Vázquez es altamente positiva.
En los últimos mercados de pases, Boca ha buscado innumerables cantidades de delanteros de área. Pero con el paso del tiempo se dieron cuenta que la solución estaba en el lugar más deseado: la división reserva. Desde que asumió Battaglia, Vázquez fue el juvenil más consolidado del ciclo. Por eso respondió con los goles en estos partidos.