Al terminar el encuentro ante Gimnasia de La Plata se observó una imagen poco usual: Juan Román Riquelme visitando el vestuario de Boca. El vicepresidente del club explicó esa situación: “Los saludé. Me gusta el fútbol. El segundo tiempo han errado muchos goles”. Evidentemente esto ha sido una estrategia del encargado del fútbol profesional.
Pero el máximo ídolo de la institución no sólo se refirió a esa charla, sino que menciono como vió al equipo. Remarcó que el primer tiempo de Boca no fue bueno, que le gustó el segundo tiempo. Esa segunda etapa se acerca más a lo que se pretende como perfil del equipo: Boca atacando y metiendo al rival en su propio arco, aunque faltó el gol.
Por otro lado se mostró bastante optimista con el futuro que se viene. Nota a un plantel con un desgaste físico enorme (le toca jugar bastante seguido miércoles y sábado o domingo), aunque también se mostró confiado de cara a la final del miércoles. Si bien Argentinos no es un rival difícil, Boca tiene sus propias preocupaciones.
Aunque en la tabla general Boca quedó afuera de los puestos de copa Libertadores la ilusión se mantiene viva. Riquelme afirmó que la situación cambió con respecto a las últimas seis jornadas. ¿El principal motivo? la regularidad que mostró Boca le permite meterse en ese lote y luchar contra Lanús y Estudiantes por ese puesto en la ubicación continental.
Por último después de escuchar al ídolo los hinchas de Boca se mantuvieron con cierta tranquilidad. Aunque el nivel del equipo no los conforme. Escuchar a su máximo ídolo les da cierta esperanza de cara al partido del miércoles. La ilusión es lo último que se pierde, y muchos están esperanzados en la bandera de Juan Román Riquelme.