La caída de Boca anoche contra Vélez en Liniers fue un golpe duro para Sebastián Battaglia, no porque estuviera fuera de cualquier plan esa posibilidad sino por la formas y por su significado, porque terminó de dejar al Xeneize sin chances de pelearle la Liga Profesional a River, que a falta de ocho fechas y con un partido menos, le lleva nueve puntos.
La semana del Xeneize será larga porque recién jugará el próximo sábado por la noche contra Gimnasia La Plata en la Bombonera, por la fecha 19, y por eso el cuerpo técnico decidió que el plantel tenga libre este lunes y recién mañana volverán a verse las caras en el predio Ezeiza, desde las 9. De todas formas, habrá estudios para los tres jugadores que ayer terminaron lesionados.
Marcelo Weigandt, a quien se le salió el hombro derecho y se suma a la lista de lesionados junto a Orsini, Cardona y Advincula. Marcos Rojo, que terminó con una sobrecarga muy fuerte en el gemelo izquierdo y será sometido a estudios para ver si tiene una ruptura fibrilar, y Juan Ramírez, que fue reemplazado y recibió atención médica en su rodilla izquierda, la misma en que venía de recuperarse de un esguince en ligamento lateral que lo sacó de varios partidos.
Enterradas las chances de pelear el campeonato ayer en Liniers, a Boca le queda la Copa Argentina, certamen que también podría garantizarse su participación en la Copa Libertadores, si es que no lo consigue por la tabla anual. El Xeneize está en semifinales y el miércoles 3 de noviembre se medirá contra Argentinos para ver si llega a la final contra Talleres o Godoy Cruz.
Hasta el momento, Boca está sacando su boleto a la Copa Libertadores, pero corre riesgo su plaza ya que Talleres lo puede superar si le gana a Lanús, que también se ilusiona con alcanzarlo porque suma 49 puntos . Por su parte, Estudiantes de La Plata también se mantiene expectante ya que suma 49 unidades y tiene un saldo a favor de goles.