El lateral izquierdo de Boca puede presentar un inconveniente para Miguel Ángel Russo dado que si bien tiene, por ahora, a Frank Fabra, el recambio son dos juveniles: Agustín Sandez y Valentín Barco. Este último apenas tiene 16 años, se destacó en la cantera y el año pasado saltó, sin preámbulo, de Séptima a Reserva y firmó su primer contrato profesional en octubre de 2020 con Bermúdez y Cascini.
Barco, nacido en la ciudad de 25 de Mayo, llegó a Boca a sus nueve años desde el club Sportivo. Las virtudes que hoy le vio Miguel Ángel Russo ya lo habían hecho integrar las selecciones Sub 13 y Sub 15, con la que fue campeón en Croacia y cuando volvió le hicieron un gran recibimiento con la presencia de la peña xeneize local.
Ahora se encuentra en la pensión pero los primeros años fueron de gran sacrificio tanto para él como para su padre dado que recorrían cuatro veces por semana los 400 kilómetros (ida y vuelta) entre su ciudad y el club. “El Renault 12 nos acompañó siempre, nunca nos dejó a pie. Había veces que no teníamos nada de plata. Teníamos para el gas y el peaje”, contó el padre al sitio web local www.convergencias.com.ar.
En Reserva tuvo varios partidos con un buen rendimiento. Sin embargo, se destacó contra Lanús y Patronato, encuentro en el que armó una gran jugada que culminó en gol y luego sufrió un choque con dos rivales que preocupó a todos. Cumpliendo sus sueños, está cerca del próximo: “Quiero llegar a la Primera de Boca, la Selección y ganar un Mundial”, contó también a un medio de su ciudad.
Proyección y gran velocidad son algunas de las características que tiene Valentín Barco, uno de los juveniles que el técnico subió para esta etapa de preparación con el plantel profesional. Como se ve, hace un tiempo que llama la atención y tal vez pueda cosechar algunos minutos para que veamos su despliegue con la camiseta azul y oro.
