En el programa Superfútbol, que se emite por las mañanas de lunes a viernes en el canal de televisión TyC Sports, el periodista Claudio “Tati” Civiello dijo los pormenores de lo que les dijo el Presidente de Boca, Juan Román Riquelme, a los jugadores en el vestuario post partido con Alianza Lima en Perú por la ida de la fase 2 del repechaje de la Copa Libertadores que se disputó hace dos días atrás.
“Fuimos un desastre” y “Confío en ustedes. Sé que vamos a pasar de ronda en La Bombonera”, habrían sido los textuales que habría utilizado el máximo ídolo de la historia del club boquense para levantarles el ánimo a unos futbolistas que no dieron la cara como se preveía en el campo de juego y que si no fuera por las intervenciones de Agustín Marchesín, el 1-0 en contra podría haber sido mucho más abultado.
Está claro que se esperaba mucho más de un plantel por el que el Consejo de Fútbol erogó mucho dinero y que muchos que no corrieron o no se exigieron como la camiseta lo demanda, pero en su casa y con su público la historia debería ser totalmente diferente como para pasar sin sustos ni sobresaltos a un equipo que le cuesta tomar el toro por las astas y calzarse el traje de candidato.
No obstante, es la primera vez en 20 partidos que el Director Técnico “Xeneize”, Fernando Gago, le toca vivir una situación semejante como la de que le tuvieran que pedir permiso para ceder la palabra y dar una arenga para tocarles el orgullo a unos profesionales que les cuesta generar funcionamiento de juego y generar situaciones de peligro como para tener que siempre depender de su arquero estrella.
Se verá entonces si, ante una temprana eliminación del máximo trofeo continental, crea un caldo de cultivo en un escenario espinoso y si el infierno es una realidad o si avanzando de ronda sale airoso el cuerpo técnico y consigue un bálsamo del cual sostenerse.
