En una entrevista que concedió al medio digital Infobae, Claudio Rodríguez, ex jugador de Boca y de Oriente Petrolero de Bolivia, se refirió a cómo fue su juventud.
“A los 16 me fui para Newell’s de Rosario. Estuve menos de un mes, porque Mitre de Santiago estaba intervenido y no había con quién arreglar. Entonces, no me acostumbré y hablé con la cocinera de Newell’s y le pregunté: ‘¿Cuál es el micro que va a la terminal para volverme a Santiago? Me quiero ir a mi casa’. Me respondió: ‘Espera hasta mañana, a ver si mejoran las cosas’. Como no jugaba, ni tenía el pase, tomé el micro para ir a la estación, y de ahí me subí en el tren que me llevaba a Santiago del Estero. Llegué a mi casa, y mi papá no me permitió ingresar. Él estaba de espaldas, me miró y observé al mismísimo diablo. Me dijo: ‘¿Qué haces acá? Si te escapaste, te volvés como viniste’”, recordó sobre una de las primeras dificultades que le tocó vivir.
“Empecé a jugar en Mitre nuevamente y me llegó la oportunidad de ir a probarme en Boca. Un conocido me hizo una carta de recomendación y viajé hacia Buenos Aires. Llegué a Boca y no jugaba de delantero, sino de volante por derecha. En la primera prueba, me hicieron esperar e ingresé para hacer un poco de fútbol. Me tocaron el balón en el primer partido y se la pasé al delantero para que haga el gol. Inmediatamente, toca el pito el entrenador y me dice ‘salí, espérame afuera’”, narró.
Y ahí fue cuando su camino se cruzó con el del “Xeneize”, pero la complicación de Mitre no le permitía disfrutar su sueño. “No, con mi papá, a quien le dije ‘nos vamos’. Él me respondió: ‘Esperemos a ver que nos dice Ernesto Grillo, el técnico’”.
El “Rata” agregó que “esperamos dos horas hasta que él salió del vestuario, lo encaramos y le preguntamos ‘¿qué hacemos?’. Nos respondió ‘no pasó nada, voy a ir hablar para que el chico se quede. Jugó poco, pero no hace falta que lo vea mucho, tiene condiciones’. Estuve un año sin jugar en Boca porque no tenía el pase, ya que Mitre estaba intervenido”, contó.
