No fue una buena época la que atravesó Luiz Alberto en Boca, el último jugador brasileño en calzarse la casaca del club boquense, ya que Alfio Basile acababa de irse y el equipo no había podido levantar ningún título y sumado a que solamente disputó siete partidos en el plantel argentino.
“No hubo un buen clima y se notaban las diferencias que había entre Román y Palermo, que eran dos estrellas con un ego muy grande dentro de Boca“, señaló el brasileño en diálogo con Infobae en 2022.
Como Abel Alves era entrenador interino y las circunstancias lo terminarían ratificando en el cargo, el hecho de que los resultados no terminarían por darse generaron que Roberto Pompei lo sucediera y, a raíz de esta nueva conducción, es que perdió terreno en el equipo titular y, por eso, decidió rescindir el contrato que lo ligaba al “Xeneize” para volver a su país.
Radicado en Río de Janeiro, el ex futbolista tiene en claro qué es lo que quiere hacer en un futuro, según le confió al medio digital: “Con el tiempo, pretendo ser agente de jugadores. Voy a empezar a representar a mis hijos, ya que están en el mercado. Si las cosas van bien, la idea es escoger otros futbolistas“.
Actualmente administra un taller mecánico y un club en la localidad de Niteroi donde vive con sus seres queridos. Con respecto a sus hijos que se dedican a practicar el deporte, confesó que “Boca es un club muy difícil“, en el caso que alguno de sus hijos tenga la posibilidad de vestir en un futuro la camiseta azul y amarilla.
“Fue un momento muy complicado por haber estado tanto tiempo sin jugar y por el mal clima que había en el plantel“, sentenció el brasileño, que se quejó con la dirigencia en aquel momento porque no le cumplieron con un auto que le habían prometido y que necesitaba para trasladarse junto a su familia por la ciudad y tuvo que hacerlo en taxi.
