Hay otro Fernando Gago en Boca o, al menos, eso se evidenció inmediatamente cuando enfrentó a Rosario Central, luego del semejante golpe en la Copa Libertadores, con la eliminación en la fase 2 del repechaje a manos de Alianza Lima de Perú que ni el más pesimista de los hinchas del club boquense se hubiese imaginado.
Desde aquel 25 de febrero hasta hoy, se evidenciaron tres cambios fundamentales en el trabajo a diario del entrenador. Lo discursivo, la planificación para el plantel y el día a día. A continuación, un repaso de las modificaciones que debió hacer el Director Técnico ante una situación límite.
El estratega cambió la manera de referirse a los objetivos a conseguir. Antes hablaba de competir hasta último momento y ahora habla de “salir campeón”. “Pintita” sabe que sólo un campeonato lo mantiene en el cargo y con un solo certamen, no le queda otra que ganarlo. Ya las frases de “competir” o “En el fútbol se pierde más de lo que se gana” en una institución como el “Xeneize” sabe que no sirve.
Por un lado es entendible que al no tener tanta competencia ya no tenga que rotar, pero si se retrotrae a las conferencias hechas anteriormente, el DT no hablaba de “rotación por cansancio”: hablaba de poner al que mejor está. “No hay titulares y suplentes”, llegó a decir en una época. Ahora hay una intención de conseguir ese “11 de memoria” que le puede generar resultados y en especial consolidar una idea.
Quienes comparten entrenamientos y trabajos diarios, ven dos cosas de él en estos últimos días. Por un lado, que está más en contacto con los jugadores. En otros clubes, este rol le pertenecía al “Pocho” Insúa que aún formaba parte del cuerpo técnico. Pero al ser el conjunto azul y oro el primer plantel que no lo tuvo como ayudante, faltaba alguien que tenga esa función. Obviamente está Fabricio Coloccini, pero con otra personalidad que la del ex Argentinos Juniors e Independiente, entre otros, por lo que también quien comanda el cuerpo técnico empezó a meterse un poco más en esa faceta.
