Boca empezó a cerrar una gran herida que dejó el partido por Copa Libertadores ante Alianza Lima en La Bombonera. Le gano a Rosario Central 1-0 con un tempranero gol de Milton Giménez a los nueve minutos del primer tiempo. Pero antes del arranque del juego hubo varias cosas a tener en cuenta, como el famoso aplausómetro el cuál esta vez fue mas que nada un silbametro. Fernando Gago fue uno de los grandes apuntados por la hinchada de Boca durante el mismo. A pesar de ello, hay que decir que el actual técnico Xeneize tuvo un mensaje de apoyo al respecto.
Vero Laffitte, pareja de Pintita, compartió en Instagram una foto del técnico con la Bombonera de fondo, acompañada de un mensaje emotivo: “Sos el enorme mi amor. Te amo”. Un gesto que no pasó desapercibido en un momento clave, cuando Gago necesita más respaldo que nunca.
Tajante postura de Gago
“El entorno de Gago dice que el DT no renuncia pase lo que pase”, reveló el periodista Augusto César, confirmando que el ex DT de Racing y las Chivas no tiene pensado bajo ninguna circunstancia dar un paso al costado, contrario a los rumores que hablaban de su salida.
Cancionero de protesta
Enseguida, llegó el turno de prepararse para el recibimiento del equipo. Y ahí, quienes tomaron la posta fueron los presentes en la segunda bandeja norte del estadio. Primero, con una canción inédita: “Hoy vinimo’ a ver a Boca, que en la copa nos falló, con la hinchada no se juega la p… que los parió”. Luego, con una más conocida y que sonó recientemente: “A ver, a ver los jugadores si pueden oír, con la camiseta de Boca, matar o morir”. y -para terminar- un himno de la disconformidad… “La camiseta de Boca, se tiene que transpirar, que si no no se la pongan, vayansé no roben más…”.
Así, sin el clásico “Boca, mi buen amigo”, se metió el equipo en la cancha. La playlist se completó con “Vamos Xeneize no le falles a tu hinchada…”, “Boca, Boca, Boca, huevo, huevo, huevo” y “Dale Booo, Dalee Booo”, que se extendió ya en los primeros minutos del partido. Para darle un clima de realismo puro a un partido con mucho en juego. Tanto que se disputa de afuera hacia adentro.
