El evento lo tenía como protagonista del acto central. Sin categorizar por calidad de refuerzo, claramente (por proyección, por edad, por el monto que se pagó por su pase) la incorporación de Alan Velasco en el movido mercado de pases de Boca tiene un aura especial. Está claro que lo que viene será un desafío para él, pero en el mientras tanto, las luces de la previa lo apuntaron como el niño mimado. Y así también lo cuidó Juan Román Riquelme en su rol de presidente, que incluyó también algunos gestos más paternales.
Ya desde que se sentaron uno al lado del otro en las sillas preparadas para la conferencia de prensa, la sonrisa del mandamás xeneize denotaba la alegría por tener a su lado a un jugador que buscó en más de una oportunidad, algo que incluso reconoció al tomar la palabra. “Ya todos saben lo que lo deseábamos. Gracias por haber venido a nuestro club”, le dijo JR antes de que Velasco tome su micrófono para responder las preguntas de los medios presentes en Boca Predio.
Pero lo que realmente distinguió la presentación de Alan respecto de las dos restantes del día (las de Rodrigo Battaglia y Williams Alarcón, que abrieron y cerraron la jornada) fue el momento de la entrega oficial de la camiseta que el pibe de los 10 millones usará en esta primera temporada con la azul y oro.
“¿Te la querés poner?”
Román volvió a escena desde su silla en primera fila y se dirigió con una sonrisa a su nueva estrella. “¿Te la querés poner?”, le preguntó, y sin dejar casi que el chico responda, procedió a buscar acomodar la camiseta para pasársela él mismo por encima de la cabeza. “Te queda espectacular”, le dijo cuando ya la tenía calzada arriba de la que traía puesta. Y lo abrazó, y juntos posaron frente a los flashes. El primer objetivo estaba cumplido, Velasco se convirtió en jugador de Boca. Y por él, está claro que Riquelme está feliz.