Entre un mar de micrófonos, Ander Herrera llegó a la Argentina para convertirse en jugador de Boca. El futbolista pisó suelo argentino, aseguró que llega a “un club gigante, con una historia y pasión única”, y hasta reveló que mantuvo diálogos con Leandro Paredes, el sueño del club boquense para el mercado de pases.
“Mi padre trabajó aquí mucho tiempo, me habló mucho de Boca y mantengo esa pasión desde niño. Boca es un club gigante, especial, con una historia y una pasión única. De momento, espero adaptarme y disfrutar de esta experiencia única”, fueron las primeras palabras con las que el español vasco se presentó ante la prensa argentina, casi en paralelo al desembarco de Gonzalo Montiel, el defensor que regresó a River y que también llegaba desde España.
Poco después de su llegada, el ex Athletic Club de Bilbao se dirigió a una clínica porteña yse sometió a la revisión médica, con lo cual solo resta que firme su contrato conel “Xeneize”, uno que lo vinculará con la institución por los próximos dos años, todo en la previa del amistoso del conjunto azul y oro ante Juventude, esta noche en la ciudad de San Nicolás desde las 20.
“No estoy nervioso. Me genera mucha felicidad y expectativas todo esto. Agradezco mucho el cariño. Ahora me tendré que ganar yo el respeto. Vengo con mucha ilusión, tengo muchas ganas de jugar en La Bombonera. Gracias por este recibimiento”, fueron las palabras que dio ante los periodistas antes de ingresar a realizarse los estudios.
A pesar de no haber realizado demasiadas declaraciones en su arribo, el surgido en Zaragoza se permitió hacer una confesión que volvió a encender la ilusión de los hinchas, en la cual reveló diálogos con su ex compañero en el París Saint Germain de Francia, el mediocampista de Roma por quien el club de la Ribera sueña todas las noches. Si bien no brindó demasiados detalles, el vasco confirmó haber hablado con el habitual convocado a la Selección Argentina, con quien compartió equipo en el cuadro parisino hace pocas temporadas.
